martes, 25 de marzo de 2008

Los impuestos a las exportaciones agropecuarias, y sus implicancias

Argentina es un país ‘corto-placista’, y este tipo de impuestos es uno de los que atentan contra el agregado de valor a la producción primaria que se observa en muchos de nuestros países competidores. Ninguno de los principales competidores aplica impuestos a las exportaciones agropecuarias; ni los que subsidian (como la Unión Europea, EE.UU. o Canadá), ni los que no lo hacen (como Brasil, Australia, Chile y Nueva Zelanda)”. Si los países competidores, desarrollados o en desarrollo, no gravan la producción agropecuaria con impuestos a las exportaciones, ¿estarán todos equivocados?, o ¿habrán intentado generar sus recursos fiscales con otros impuestos menos distorsivos y con menor impacto en el crecimiento y en la distribución regional del ingreso?

lunes, 24 de marzo de 2008

Paparulo

El que ocupa formalmente el cargo de "ministro" de economía, Martín Lousteau, a descubierto que a la gente no le gusta pagar impuestos: "Para defender su posición el funcionario comparó al situación del campo en nuestro país con la economía más grande del continente: "Los productores argentinos ganan un 15% más de lo que se gana en Brasil por el modelo de tipo cambio competitivo. En Brasil el tipo de cambio es 1,75 y acá es 3,16", respecto al dólar. "El Gobierno utiliza $4.000 millones para sostener el tipo de cambio", puntualizó". O sea, Martincho cree que es una cuestión de valor nominal, no de poder adquisitivo de la moneda. Para él, que un dólar valga unos cien yen en Japón, lo hace un país más "competitivo" que Argentina... ¡Hasta que un dólar no valga cien pesos, no paramos!Dice, además, que no hay Plan B. ¡Equivocado! El Plan B es que Martín Lousteau, paparulo diplomado, renuncie y deje su lugar a alguien que sepa de economía. O que este gobierno se saque la careta, y deje en ese ministerio a los que realmente toman las decisiones: Néstor y Guillermo Moreno.

Ricardo López Göttig

lunes, 3 de marzo de 2008

Causas de la pobreza

La presidenta Cristina Kirchner, en otro acto de arrojo en el que demuestra su hormigón facial, ha echado la culpa de la pobreza a Europa: son los europeos los que nos quitaron los recursos, por eso somos pobres. ¿Se llevaron los ferrocarriles, los puertos, los campos sembrados, el ganado, los telégrafos tendidos por los pueblos aborígenes? ¿O no será que las causas de la pobreza son internas, generadas por decisiones como las que toma Cristina, de ahuyentar la inversión, destruir la propiedad -la ajena, no la propia que aumenta y mucho-, cobrando impuestos extorsivos, creando organismos que esquilman a los productores, devaluando nuestra moneda con inflación y endeudamiento?Cristina no distingue que estos discursos de barricada pueden confundir a la muchachada que le aportan Moyano y D'Elía, que están ahí por el chori y el tinto. Pero no puede repetir esas tonterías frente a líderes europeos. Por respeto, no se lo dirán con estas palabras, pero se lo manifestarán con el silencio y el desinterés por invertir en un país administrado por gente sin seriedad ni preparación.
Ricardo López Göttig